Gratinado cremoso de patatas y espinacas
Las patatas gratinadas siempre son una elegante guarnición que combina muy bien con el pollo, el pescado y la carne. Las espinacas aportan a este agradable plato un toque vibrante y nutritivo, mientras que el queso Gouda potencia su sabor. Además, el queso Gouda en lonchas es todo lo que necesitará para preparar fácilmente las capas del gratinado.
2 cucharadas de mantequilla
4 patatas medianas (peladas y cortadas en rodajas finas)
8 lonchas de queso Gouda Frico (en lonchas)
2 cucharaditas de orégano
2 manojos de espinacas (unos 80 g)
2 dientes de ajo medianos (picados)
250 ml de leche
250 ml de nata para cocinar
1/2 cucharadita de sal
1/4 cucharadita de pimienta negra
1/4 cucharadita de nuez moscada
3/4 de cucharadita de ajo en polvo
1 hoja de laurel
Precalentar el horno a 180°C.
Cortar las patatas peladas en rodajas finas. Para conseguir los mejores resultados, utilizar una mandolina.
Verter la leche y la nata en un cazo pequeño, a fuego medio. Añadir sal, pimienta, nuez moscada, ajo en polvo y una hoja de laurel. Cocinar poco a poco, hasta que la mezcla esté tibia. Apartar la hoja de laurel.
Untar con mantequilla un recipiente mediano para horno (de unos 20×26 cm) y añadir el ajo picado. Preparar una capa de rodajas de patata en el fondo del recipiente para horno.
Colocar 5 o 6 lonchas de queso formando una capa sobre las patatas y espolvorear un poco de orégano. Colocar espinacas sobre el queso y, a continuación, poner el resto de patatas encima.
Verter leche caliente sobre las patatas. Con una patata, presionar un poco las patatas, asegurándose de que queden bien cubiertas por la leche.
Rallar el resto de queso Gouda Frico y espolvorear la parte superior con un poco de orégano.
Hornear durante 60-75 minutos o hasta que el plato se dore y esté bien cocinado. Servir inmediatamente.